jueves, 28 de mayo de 2009

Análisis

A través de las entradas publicadas, hemos tratado de proyectar la vida de Iturbide de la manera más fehaciente posible, en base a nuestras extracciones de otros artículos, sitados en el que será nuestro último post.

Es factible que algunas personas lo consideren una especie de "padre de la patria mexicana", mientras que otros lo concebirán como una figura ciertamente contradictoria, puesto que en un principio, formaba parte del bando realista. Lo cierto es, estemos o no de acuerdo en ello, que contribuyó en gran medida a su país, por lo que las decisiones adjudicadas a su persona deben analizarse conforme a sus ideales y objetivos, y ubicándonos lo más específicamente posible en aquella época.
Siguiendo esta línea de sentido común, es lógica la comprensión del Plan de Iguala que si bien propone un gobierno monárquico, le otorga más derechos al pueblo.
Agustín de Iturbide tomaba las decisiones que consideraba mejor para "la Nueva España".

Y aunque actualmente podamos coincidir en que parte de ellas no fueron enteramente justas, quizá estemos de acuerdo en que no mereció ser fusilado como lo fue, y debió habérsele tenido un poco más de respeto a su cuerpo, para no enterrarlo en una parroquia abandonada y sin techo.

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